La Unión Europea redujo 24,4% sus emisiones contaminantes, mientras en Argentina aumentaron 65%
En el recién publicado informe anual del Inventario de Gases de Efecto Invernadero en la Unión Europea se pone de manifiesto la continua reducción de las emisiones de dichos gases en esa comunidad.
Por su parte la Argentina en su informe...
En el recién publicado informe anual del Inventario de Gases de Efecto Invernadero en la Unión Europea se pone de manifiesto la tendencia a la continua reducción de las emisiones de dichos gases en esa comunidad de países. Por su parte la Argentina, en su último informe evidencia un aumento sustancial de 65% en dichas emisiones.
El documento, que elabora y presenta la Agencia Ambiental Europea al Secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, informa anualmente el inventario de los gases de efecto invernadero (gei) dentro del área que abarcan los 28 estados miembros de la UE más Islandia. Cabe recordar que los gei son los principales causantes del calentamiento global y el cambio climático.
De acuerdo a este último informe, en el año 2014 el total de emisiones fue de 4.290 millones de toneladas equivalentes de CO2, lo que representó una disminución del 24,4% respecto a los niveles de 1990 y de 4,1% con relación al año 2013, resultado este último sumamente alentador. El nivel de emisiones gei del año 2014 fue el mínimo desde 1990, con 1.382 millones de toneladas equivalentes de CO2 menos que en el primer año de este reporte, como puede apreciarse en la gráfica.
Esta importante reducción se ha logrado a pesar del crecimiento de 47% del PIB Europeo en el mismo período. Esta desconexión entre el PIB y el consumo de energía ha sido el resultado de tres estrategias principales:
• Incremento de las energías renovables en la matriz energética
• Menor uso de combustibles fósiles
• Aumento de la eficiencia energética
Si bien en la mayoría de los sectores ha habido una importante reducción, todavía en transporte terrestre, refrigeración y aire acondicionado siguen aumentando las emisiones gei. Por otro lado las mayores reducciones se lograron en los sectores de manufactura, construcción, producción de electricidad y calor, y combustión residencial.
Entre los países que han logrado mayores reducciones que la media europea en este período destacan Rumania (-56,4%), Eslovaquia (-45,6%), Bulgaria (-45%), Hungría (-39,2%), República Checa (-36,8%), Reino Unido (-34,1%) y Alemania (-27,7%). Por otro lado, llama la atención que algunos países no sólo no han podido alcanzar una disminución cercana a la media europea, sino que han incrementado sus emisiones en el mismo período. Tal es el caso de Islandia (+26,5%), España (+15%), Portugal (+6,5%) e Irlanda (+3,7%). Estos países se verán fuertemente exigidos por la UE para que reduzcan rápidamente sus emisiones, dado el acuerdo que compromete a Europa a reducir un 40% sus emisiones respecto a 1990.
¿Cuál es la situación de Argentina? El informe "3ª. Comunicación Nacional de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático", publicado en noviembre 2015, muestra que ha tenido una tendencia creciente de las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2012, con un crecimiento total de 65% en ese período, al alcanzar 429 millones de toneladas equivalentes de CO2, como se muestra en la figura siguiente.
Este gran aumento coloca a Argentina en el puesto 22 entre las 192 naciones que integran la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, al contribuir con el 0,9% de las emisiones globales de gei, y representa un 9% del total de la Unión Europea para el año 2012.
¿Cuáles son los sectores que contribuyen a este crecimiento en las emisiones gei de Argentina? El principal es el de Energía, responsable por el 43% del total de emisiones gei del país, seguido de Agricultura y Ganadería con 28% (principalmente ganadería bovina), Cambio y Uso de Suelos (21%), Residuos (5%) y Procesos Industriales (3%). Al enfocarnos en el sector Energía, vemos que éste, según el Balance Energético Nacional 2013, se distribuye a su vez entre la Industria de la Energía (33%), el Transporte (20%), Residencial (19%), Industria (15%), Comercial y Público (6%), y Agropecuario (5%).
El incremento de las emisiones gei de la Argentina no debería sorprendernos, considerando que la demanda energética crece año a año, aún sin crecimiento económico, y que la matriz energética del país está compuesta fundamentalmente por combustibles fósiles, que son los principales generadores de gases de efecto invernadero. Esta situación se mantendrá en los próximos años como resultado de las decisiones y anuncios que hasta la fecha ha venido efectuando la actual administración nacional.
Por un lado el incremento de la generación térmica, mediante la reciente adjudicación, efectuada por el Ministerio de Energía y Minería, de 1.915MW de potencia eléctrica adicional (6% del total instalado) a entrar en servicio durante el año 2017, que en parte se compensaría con los proyectos de generación eólica y otras renovables que pudieran entrar en servicio en el mismo período. Por el otro lado es probable que se confirmen los proyectos de las dos Centrales Nucleares acordadas por el gobierno anterior con China, pero que recién entrarían después del año 2022.
Sin embargo aún queda pendiente una pieza clave por armar: la Estrategia de Eficiencia Energética, con metas incrementales en los principales sectores de demanda, orientada al largo plazo y enfocada en la reducción del consumo de combustibles fósiles. Esta sería la forma más efectiva de comenzar a reducir las emisiones gei y mejorar la disponibilidad energética.
Los acuerdos para la Mitigación del Cambio Climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y el avance evidente del calentamiento global, generan cada vez más presión para detener y reducir las emisiones gei. Argentina no podrá quedar al margen de este compromiso global. De hecho en la Conferencia sobre el Cambio Climático realizada a finales del año 2015 en París (COP21) Argentina presentó la meta incondicional a lograr con recursos propios del 15% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Para ello debe diseñar e implementar una estrategia energética integral de largo plazo, que impulse las energías limpias y la eficiencia energética, que permita alcanzar esa importante meta de reducción de emisiones y a la vez asegure un suministro confiable en función del crecimiento económico y el desarrollo social del país. Lo anunciado hasta ahora no es suficiente.
Juan José Ferrer
Director
INSTITUTO PARA EL DESARROLLO ENERGÉTICO SUSTENTABLE (IDES)