Emisiones globales de CO2 del sector eléctrico se estancan.
Las emisiones de CO2 por energía eléctrica se estancan en el planeta.
Pero en la Argentina siguen aumentando
Por segundo año consecutivo el nivel total de CO2 emitido a la atmósfera por el sector eléctrico mundial se mantuvo constante, en 32.100 millones de Toneladas, a pesar del crecimiento económico global ocurrido en el 2015, según acaba de informar la International Energy Agency.
Esto configura un hecho sin precedentes, dado que históricamente el aumento de emisiones de CO2 estaba correlacionado con el crecimiento económico. Sin embargo, desde el año 2013 se ha observado que el monto total emitido de CO2 se ha ido desacoplando del crecimiento del PIB global.
Las principales causas de este cambio tan positivo han sido el continuo aumento de la eficiencia energética, la reducción del uso del carbón, el incremento en el uso del gas natural, que aunque también es fósil es menos contaminante que el carbón, y sobre todo el gran aumento de la participación de las energías renovables no convencionales (principalmente eólica y solar) en la matriz energética global.
Esta tendencia es sumamente alentadora en lo que concierne a la mitigación del cambio climático. Pero, en el caso de la Argentina ¿estamos también avanzando en la misma dirección respecto a la matriz energética y las emisiones de CO2?
De acuerdo a los informes Síntesis del Mercado Eléctrico Mayorista, publicados mensualmente por CNEA, en el año 2014 las emisiones de CO2 en la generación eléctrica del Sistema Interconectado Nacional totalizaron 44,1 millones de Toneladas, equivalente a un aumento del 1,4% respecto a las 43,5 millones de Toneladas emitidas en 2013.
Por su parte en el año 2015, según la misma fuente, se produjeron 46,5 millones de Toneladas en emisiones de CO2, lo que representó un importante aumento del 5,44% respecto a 2014, a pesar del exiguo crecimiento económico ocurrido. Esta situación ya fue alertada por el Observatorio IDES en Abril 2015, cuando detectó un 29% de crecimiento en las emisiones del sector eléctrico de la Argentina en el primer trimestre del 2015 respecto al mismo período del 2014.
En total, durante el período 2013-2015 el CO2 emitido a la atmósfera por el sistema eléctrico argentino aumentó 6,9%, cuando en el mismo período las emisiones mundiales por electricidad no aumentaron. ¿A qué se debe que continúe el crecimiento de las emisiones de este gas en Argentina?
En primer lugar observamos (siempre acudiendo a los mismos informes para asegurar la consistencia del análisis) que la demanda de energía eléctrica aumentó 4,4% en 2015 respecto a 2014, cuando a su vez había aumentado apenas un 0,9% en el 2014 en relación al 2013.
Estas cifras sugieren de entrada la falta de mejora en la eficiencia energética en el país, que en el período 2013-2015 aumentó la demanda de energía eléctrica en 5,34%, cuando el PIB creció apenas entre un 0,5 y un 1,0% en dicho período (dependiendo de la fuente consultada). Pero también observamos que la potencia instalada creció 3,7% en el 2015 respecto al 2014, lo que pudiera explicar que el aumento de la demanda se haya debido también a poder atender demanda insatisfecha.
Lo clave es conocer con qué tipos de energías se satisfizo esa demanda. La generación térmica mediante combustibles fósiles, responsable de la emisión de CO2, participó con un 64% del total de generación bruta y creció 4,4% en el período 2013-2015. Al compararlo con el 6,9% del crecimiento en las emisiones de CO2 en el mismo período, se pone claramente de manifiesto el aumento del uso de combustibles altamente contaminantes para la generación térmica, o lo que es lo mismo un avance diametralmente opuesto al esperado según los acuerdos de la COP21 en París y los Objetivos del Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU en septiembre de 2015.
En cuanto a las energías que no emiten CO2 para la generación eléctrica se incluyen la hidráulica convencional, la nuclear y las renovables no convencionales. En la Argentina la hidráulica apenas creció 2,85% en el lapso 2013-2015. Por su parte, la energía nuclear generada, si bien aumentó un 14,5% en el período 2013-2015, el total de 7.146,7 GWh alcanzado el año pasado fue inferior al de los años 2006 al 2010, cuando estuvo entre 7.210 y 8.183 GWh. Esta situación debería mejorar en un par de años, cuando esté disponible nuevamente la central nuclear Embalse, luego del mantenimiento para alargar su vida útil.
Sin embargo, el caso más dramático es el de las energías renovables no convencionales, cuya participación en el total de electricidad generada es inferior al 0,5%. Si bien el total producido por las renovables aumentó un espectacular 39,6 % en el 2015 respecto al 2013, en el 2015 disminuyó un 3% respecto al 2014 (650,4 vs 669,0 GWh).
Todo lo anterior confirma que la Argentina ha estado aferrada a una matriz energética cada vez más contaminante, con una participación casi nula de las nuevas energías renovables, lo que ha continuado produciendo un importante aumento de las emisiones de CO2 a pesar del bajo crecimiento económico de los últimos años.
Esta situación debe ser corregida cuanto antes si la Argentina no quiere desviarse de los acuerdos globales para la mitigación del Cambio Climático, y exponerse en un futuro no muy lejano, cuando sea más difícil y urgente hacer los cambios necesarios en la matriz energética, a posibles dificultades y hasta sanciones en sus relaciones económicas internacionales.
En el Observatorio IDES seguiremos vigilantes y emitiendo recomendaciones y guías para ayudar a que la Argentina avance hacia una matriz energética eficiente y sustentable, que contribuya a la mitigación del cambio climático y al desarrollo nacional.